Resulta natural que con frecuencia adoptemos más palabras del idioma inglés, fenómenos como la globalización, el desarrollo tecnológico, las modas y tendencias sirven de vehículos para incorporar en nuestro idioma los denominados anglicismos.

Los anglicismos son préstamos lingüísticos del idioma inglés hacia otro idioma. En muchas ocasiones surgen como consecuencia de traducciones deficientes de material impreso o de secuencias habladas, y otras veces se crean forzadamente por la inexistencia de una palabra apropiada que traduzca un término o vocablo en específico. La realidad es que, en la mayoría de los casos, ocurren por el primer motivo y no por el segundo. Hay que reconocer que estos se popularizan por tendencias o modas y que forman parte del vocabulario del día a día en áreas como la tecnología, los negocios, la comunicación y el marketing, etc.

Español vs. inglés

El idioma español o castellano es uno de los más importantes en todo el mundo, se extiende por todo el planeta y es el segundo idioma más hablado en el mundo, luego del mandarín,  con más de 400 millones de hablantes, más de las tres cuartas ubicándose en América Latina.

Por su parte, el inglés es el tercer idioma más hablado en el mundo. Sustituyó al francés como lengua franca o comúnmente conocido como lenguaje diplomático. En las últimas décadas ha tenido una importancia influencia gracias a su predominio en los contenidos en Internet, esa densa y gigante red que nos atrapa a todos.

Y es que permanecemos la mayor parte del tiempo online y en consecuencia hablamos su idioma: le das like a las publicaciones de tus amigos, envías un briefing por email a los compañeros de trabajo,  localizas un buen restaurant con delivery desde un app en tu smartphone y le cuentas a todos de aquel live que tanto te ha gustado y que compartiste en tus stories.

Dato interesante: el sitio web Ethnologue establece un número de hablantes nativos de alrededor un millardo doscientos millones de personas. 

Anglicismos en Latinoamérica

En Latinoamérica, debido a su cercanía geográfica, el fenómeno de los anglicismos ha impactado incluso más fuerte, haciendo de ellos una herramienta completamente normalizada en las conversaciones y hasta los anuncios de mercadeo.

La realidad es que usamos muchos anglicismos sin ser necesarias del todo, algo que deja paso a una reflexión: ¿Suponen estos la evolución de una lengua o más bien un empobrecimiento de la misma?

Cabe entonces hacer este análisis: si ya existe una palabra en nuestro idioma para referirnos a algo: ¿por qué utilizar una palabra extranjera?. Es posible que haya personas que no puedan entender nuestro mensaje por una falta de conocimientos del inglés. Además, existe el riesgo de que algunas de estas palabras terminen sustituyendo por completo a su equivalente en castellano.

Campaña de la RAE

Es importante aclarar que los anglicismos no son rechazados en su totalidad por la RAE. Cuando estos son necesarios y en consecuencia formalmente aceptados, la RAE indica que puede mantenerse la grafía original de la palabra o hacerse una adaptación a la grafía castellana. Algunas palabras han mantenido su grafía original al incluirse en nuestra lengua, ejemplo: blog, hacker, cracker, etc. En esta ocasión las palabras deben ir en cursiva o entre comillas.

En el 2016 la RAE lanzó su primera campaña en video contra los anglicismos y con la finalidad de cuidar el buen uso del idioma castellano. De manera ingeniosa y divertida muestran un comercial en inglés con una poderosa enseñanza. ¡No te contamos más! Queremos que la veas por ti mismo y nos cuentes qué te pareció.

 

 

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